Germinar semillas de marihuana con total garantía de éxito

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En este artículo veremos los puntos que debemos tener en cuenta siempre que germinamos unas semillas de marihuana, tanto si estas son nuevas como si ya tienen unos años. Veremos también como podemos germinar nuestras semillas de forma sencilla y con total garantía de éxito. También hablaremos sobre la importancia de la conservación de las semillas de cannabis y los mejores métodos para no perder el total de su poder de germinación. Para esta ocasión hemos puesto unas semillas con varios años de antigüedad y podremos ver qué cantidad han germinado con éxito y el tiempo que hemos necesitado para ello.  

Métodos de conservación de las semillas de marihuana

  El método más usado, en cuanto a conservación de semillas de marihuana, es el uso de neveras que no tengan una potencia demasiado elevada. Neveras de vinos y otras similares parecen dar un resultado óptimo, ya que su potencia no es de las más elevadas del mercado de refrigeradores y lo podremos regular a nuestra conveniencia. Para la conservación en nevera se recomienda el uso de algún recipiente estanco tipo tuperware y bolsitas con etiquetas, para poder diferenciar aquellos paquetes que ya hemos empezado y pueden estar separados de su paquete original. El orden en este punto será de mayor importancia si el número de paquetes de semillas que tenemos es elevado. Para mas información sobre conservación de semillas de cannabis, podéis consultar nuestro post sobre Conservación de semillas de cannabis.  

Diferentes métodos para germinar semillas de marihuana

  Las semillas de marihuana, para empezar a germinar, necesitarán que los factores de humedad y temperatura se encuentren en los rangos adecuados. Entre 18 y 23 grados centígrados es la temperatura ideal para germinar semillas de marihuana. La humedad nunca debe bajar del 70%, ya que corremos el riego de ralentizar el proceso e incluso detenerlo. Durante los primeros días del proceso de germinación no será necesario el uso de luz. Si respetamos estos dos factores de temperatura y humedad deberíamos tener éxito en el proceso de germinar semillas de marihuana. En mi opinión personal, el método más sencillo y más usado por los cultivadores es el de usar dos platos para crear efecto invernadero y el uso de servilletas de papel humedecidas en su interior, para mantener el rango de humedad en perfectas condiciones. Este procedimiento lo recomiendo para la germinación de semillas frescas, que son las que adquirimos en nuestro grow shop de confianza y que no ha pasado más de un año desde su compra. Otro método usado por algunos cultivadores es el de usar jiffys para facilitar la tarea una vez tengan las semillas germinadas. Pero con este método corremos riegos que podrían pasar desapercibidos y no garantizar el éxito del procedimiento. Los errores más comunes que podemos cometer usando este procedimiento pueden ser el de hundir demasiado la semilla sin darnos cuenta cuando añadamos agua en alguno de los regados o dejar demasiado encharcados los jiffys durante los primeros días, cosa que podría favorecer la pudrición de la semilla. Otro factor importante para garantizar la germinación de las semillas de marihuana, en este caso de unas semillas muy viejas (más de 5 años de antigüedad), sería el uso de unas gotas de agua oxigenada en el agua que vayamos a usar para germinar esas semillas. Con esto evitaremos la formación de hongos patógenos que podrían aparecer si las semillas tardasen mucho tiempo en abrir.  

Prueba de germinación realizada para este artículo

  

Para este artículo pusimos a germinar, el pasado miércoles, 22 semillas que habían sido recogidas en la cosecha del año 2012. Estas semillas siempre se conservaron dentro de un bote hermético y estuvieron en un frigorífico no frost durante estos 3 años. De esas 22 semillas solo 2 han quedado sin abrir pasados 3 días. Como podéis comprobar en las fotografías, algunas de ellas se han quedado demasiado juntas y las raíces parecen estar pegadas las unas a las otras. Esto lo podremos solucionar procediendo a separarlas con muchísimo cuidado, ya que si lo hacemos muy bruscamente podrían partirse y serían dos semillas perdidas. Una vez tenemos las semillas de cannabis germinadas las podemos pasar tanto a una maceta pequeña directamente como a un jiffy, siempre vigilando cuando regamos los primeros días porque podemos estar destapando las primeras raíces de la planta. Una semana más agradezco vuestra lectura y os deseo buena semana a todos los lectores.