El sustrato y su importancia para el cultivo de marihuana

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Función del sustrato

  La función primaria de un sustrato, ya sea orgánico o inorgánico, es proporcionar un lugar de fijación para las plantas así como un buen ambiente para el crecimiento de las raíces. Los tres elementos más importantes de un sustrato para un buen desarrollo son: oxígeno, agua y nutrientes. Siendo el oxígeno el más importante de ellos, ya que sin este elemento las plantas no pueden absorber ni agua ni nutrientes. Las raíces de la planta realizan un intercambio constante de CO2 y oxígeno. El sustrato debe ser lo suficiente aireado para permitir que el CO2 se escape y se sustituya por oxígeno, que es imprescindible para un desarrollo normal de las raíces. Cuando alguna circunstancia evita a nuestras plantas de marihuana la absorción de este elemento la actividad metabólica y respiratoria de las plantas se paraliza y esto afecta a todos los procesos vitales.  

Características de un buen sustrato para plantar semillas de marihuana

     Un buen sustrato debe tener unas características básicas para un buen intercambio de oxígeno y retener la cantidad de agua necesaria para que la planta asimile los nutrientes y respire a través de las raíces. Cuando el sustrato es demasiado compacto o tiende a encharcarse provocamos que las raíces se pudran y evitamos el desarrollo de estas. Por otro lado si el sustrato seca demasiado rápido significará que el agua se está evaporando antes que la planta pueda asimilarla. Esto provocará un exceso de sales si la alimentación es continua. Un buen sustrato debe secar en un máximo de 3-4 días. Es frecuente tener un buen sustrato para cultivar cannabis pero no tratarlo adecuadamente. Hay que mantener los periodos de húmedo-seco. No volver a regar hasta que el agua del anterior riego se evapore, permitiendo así una buena transpiración. También es importante conocer el sustrato con el que trabajamos para adecuar la alimentación a él. Existen varios tipos de sustratos, pero básicamente podríamos separarlos en dos grupos:

  • sustratos inertes: son los que se utilizaran para el cultivo hidropónico (sin suelo agrícola) y, como su nombre indica, no tienen ningún tipo de nutriente. Entre ellos podríamos encontrar la arcilla expandida, la lana de roca, o el coco, como los más frecuentes.
  • sustratos abonados: entre ellos encontramos todo tipo de mezclas de turba, con humus, materia orgánica o incluso gusanos.

Recomendamos utilizar sustratos especializados para el cultivo del cannabis sino se es muy experimentado. Una buena tierra facilitará muchísimo las cosas y nos dará un mejor resultado final.